La técnica del concreto lanzado es ampliamente utilizada en la construcción moderna, ganando popularidad gracias a las innovaciones y técnicas que ofrece. Estas no solo permiten optimizar, sino también revolucionar la forma en que concebimos las estructuras que se edifican. ¡Continúa leyendo nuestro blog, pues el día de hoy exploraremos a fondo cómo funciona, además te contaremos cuáles son las aplicaciones más comunes de este método vanguardista!
¿Qué es el concreto lanzado?
hombre-aplicando-concreto-lanzado | Trabajador aplicando concreto lanzado
El concreto lanzado, también conocido como “shotcrete”, es un sistema de aplicación de cemento mediante compresión neumática. Este proceso implica proyectar el aglomerante a través de un conducto para su colocación en una superficie, en lugar de ser compactado de manera convencional. Las áreas donde se aplica pueden ser tanto verticales como horizontales, y pueden estar conformadas por diversos materiales, como terreno natural, acero, piedra, poliestireno, mampostería e incluso cemento.
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Ventajas
Este tipo de concreto se destaca por su amplio conjunto de ventajas, las cuales presentaremos a continuación, entre las que se incluyen:
- Alta resistencia temprana
- Buena bombeabilidad
- Densidad similar al concreto normal
- Buen fraguado
- Correcta manejabilidad
- Rebote mínimo
- Buen diseño de mezcla
- Resistencia a la compresión
- Resistencia a cambios climáticos
- Baja absorción
- Tolerancia al congelamiento y al fuego
La preparación y aplicación del concreto lanzado son procesos fundamentales para asegurar resultados duraderos y de alta calidad. Aunque son relativamente sencillos de llevar a cabo, es crucial tener en cuenta diversos factores, como el equipo necesario, el tipo de mezcla a emplear y el procedimiento a seguir. A continuación, te explicamos de manera concisa cómo se realiza este fascinante método constructivo.
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Aplicación
Primero se debe evaluar el terreno, esto se realiza contando con la asesoría de expertos, los cuales indicarán cuál es el método de lanzamiento más adecuado para el proyecto, seguidamente se seleccionan las herramientas y materiales necesarios para esta tarea, las cuales son:
- Compresor de aire de 3,300 a 900 CFM (Pies cúbicos por minuto)
- Mangueras y conexiones
- Lanzadora de concreto
- Revolvedora de sacos
- Bomba de agua de alta presión
- Trompos de concreto
- Andamio
- Equipo de protección (gafas, guantes, arnés, mascarilla, lentes y botas)
- Acero de refuerzo
- Cucharas y llanas
Después de haber reunido todo el equipo necesario, es crucial tener en cuenta que el concreto estampado se adhiere fácilmente a las superficies limpias. Por lo tanto, es necesario verificar que estas no se encuentren contaminadas y estén libres de residuos, ya que de lo contrario, la aplicación del aglomerante no será efectiva. Posteriormente, se deben evaluar dos opciones para la implementación del producto, las cuales pueden ser a través de la vía seca o la vía húmeda. A continuación, se detallan sus diferencias:
- Vía seca: controla al instante la cantidad de agua, proporcionando consistencia a la mezcla. Además, facilita el transporte a largas distancias, minimizando residuos y ofreciendo flexibilidad superior, siendo preferida en proyectos con necesidad de resistencia inmediata.
- Vía húmeda: en este caso, la mezcla se combina con agua antes de la proyección, lo que favorece la aplicación y mejora la adhesión a la superficie. Es ideal para proyectos que requieren una mayor trabajabilidad y precisión.
Después de elegir la vía más adecuada, se realiza una preparación cuidadosa de la mezcla. Para llevar a cabo este proceso, se combinan ciertos ingredientes, como el cemento, agregados gruesos y finos, agua, así como aditivos en proporciones específicas para lograr una mezcla homogénea con la consistencia adecuada.
Una vez concluida la preparación del concreto lanzado, se inicia su aplicación. La máquina proyecta la mezcla a una velocidad alta, cubriendo la superficie de manera uniforme, mientras que el operador guía la boquilla para garantizar una aplicación precisa. Finalmente, continúa el proceso de curado, que puede incluir la aplicación de agua o recubrimientos especiales, contribuyendo así a la resistencia y durabilidad final del material.
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¿Por qué utilizar el concreto lanzado?
Una de las principales razones por las que se utiliza el concreto lanzado se debe a que este material logra la tersura, forma y resistencia del hormigón, pero con menor costo, mayor eficiencia, productividad y rentabilidad durante el proceso constructivo. Además, permite reducir los tiempos de aplicación en un 20 o 30 por ciento, puesto que este producto no requiere de una cimbra que lo contenga cuando aún se encuentra líquido.
Otra de las razones por las que se emplea, parte de la versatilidad que tiene, ya que se puede ocupar en un amplio repertorio de construcciones, donde ofrece soluciones en proyectos de ingeniería civil y arquitectura, puesto que cuenta con la capacidad para adaptarse a diferentes entornos y condiciones de obra.
¿Dónde se utiliza?
Estas son algunas de las aplicaciones más comunes del concreto lanzado:
- Revestimientos de túneles
- Muelles
- Muros de contención
- Minas
- Estabilización de taludes
- Estructuras de secciones irregulares, curvas o alabeadas
- Cunetas
- Pozos
- Piscinas
- Cisternas
- Restauración de estructuras de piedra
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¡Esperamos que esta información haya sido de tu agrado! En conclusión, ahora ya sabes que el concreto lanzado se erige como un pilar en la construcción moderna gracias a la innovación en su aplicación. Su huella se extiende en una gran variedad de proyectos, solidificando su posición como una tecnología constructiva versátil, eficiente y duradera en el horizonte de la ingeniería contemporánea capaz de ofrecer soluciones robustas.
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