La mampostería es uno de los métodos de construcción más antiguos y versátiles de la historia, el cual ha originado estructuras duraderas y estéticamente atractivas. Además, debido a sus características, se clasifica en distintos tipos, mismos que incorporan gran variedad de materiales y técnicas para la configuración de diversas obras. ¡Sigue leyendo para conocer más sobre ella, sus aplicaciones y la manera en la que se clasifica!
¿Qué es mampostería en la construcción?
La mampostería es un sistema constructivo tradicional que permite la elaboración de elementos estructurales o arquitectónicos mediante la colocación manual y en diversas posiciones de distintas piezas o mampuestos. Estos contemplan piedras, ladrillos y bloques de hormigón, mismos que, en general, se unen con mortero, que es una mezcla generada a partir de arena, agua y un conglomerante, siendo el cemento el más popular.
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¿Dónde se utiliza la mampostería?
Dada la versatilidad de este sistema, es útil en la construcción de numerosas estructuras, las cuales pueden ser protegidas por cubiertas elaboradas a partir de perfiles como el monten y los paneles Multipanel, con el objetivo de evitar que las condiciones climáticas las deterioren. En este sentido, a continuación te mencionamos las aplicaciones de la mampostería más relevantes, mismas que puedes encontrar en el día a día en diferentes entornos.
- Casas y edificios residenciales, comerciales e industriales
- Fachadas y revestimientos
- Chimeneas, arcos y columnas
- Muros para jardín
- Muro de mampostería de cierre o valla
- Muro de contención de mampostería
- Cimiento o cimentación de mampostería
- Pisos y caminos
- Puentes y túneles
Tipos de mampostería
La mampostería se clasifica principalmente por la clase de pieza utilizada y su disposición, así como por el tratamiento y refuerzo que recibe. Al respecto, existen numerosas opciones que permiten a los profesionales de la construcción elegir el tipo más adecuado de acuerdo a las especificaciones de diversos proyectos. Enseguida te hablamos de los más representativos.
Mampostería de piedra
Esta técnica implica el uso de piedra para mampostería, como la braza, caliza, arenisca y el granito, que puede ser completamente irregular o haber sido previamente labrada o pulida para facilitar su montaje. Dada la diversidad de formas y dimensiones de estos elementos, se requiere cierto nivel de maestría para llevar a cabo su acomodo y unión permanente, dando origen a construcciones de notable fortaleza y apariencia.
Mampostería ordinaria
Este tipo de mampostería consiste en la colocación meticulosa de piedras, con el objetivo de conseguir el mínimo de espacios entre cada pieza. El mortero que se ocupa en estos casos puede ser de cemento, cal o yeso, y es esencial tanto para unir firmemente los elementos, como para llenar cualquier hendidura considerable que pudiera presentarse entre los mismos.
Mampostería en seco
La mampostería en seco prescinde del uso de mortero. En este contexto, la disposición y el peso de las piedras o ladrillos producen su compactación y la solidez de la obra en general. Asimismo, se utilizan ripios, que son cascajo o pequeños fragmentos de piedras u otros mampuestos, los cuales sirven para acuñar las piezas de la construcción o llenar los espacios entre ellas, fortaleciendo así la estructura.
Mampostería careada
Es un tipo de mampostería en el que los elementos empleados han sido labrados únicamente del lado o cara que quedará a la vista, con lo que se obtiene una construcción más refinada. Por otro lado, se emplean ripios para llenar huecos entre piedras, pero se disponen únicamente en el interior para garantizar la estética en la vista frontal de la obra.
Mampostería concertada
En este caso, los mampuestos se labran previamente para darles formas poligonales, con la finalidad de que sus lados tengan superficies relativamente planas. De esta manera, cada pieza se acomoda y asienta con mayor facilidad con respecto a los elementos contiguos, aspecto que elimina la necesidad de usar ripios y genera estructuras con una apariencia atractiva y regular.
Mampostería reforzada
Se realiza mediante la disposición de ladrillos o bloques de concreto cuya configuración cuenta con orificios. Las hiladas de estos elementos se pegan con mortero y se refuerzan en su interior tanto vertical como horizontalmente con barras y alambre de acero, lo que da como resultado obras que, además de tener gran estética, presentan una notable resistencia estructural.
Mampostería estructural
Consiste en una técnica donde los bloques, ladrillos o piedras se disponen en capas lo suficientemente gruesas para generar sistemas autoportantes. Al respecto, las piezas que integran este tipo de obras se montan o no con mortero, cuestión que afecta notablemente las propiedades mecánicas de la estructura. El conglomerado que se puede usar en estos casos se elabora con cemento, cal o incluso incorporar adhesivos sintéticos.
Mampostería confinada
Se refiere al levantamiento de muros fabricados con ladrillos o bloques de hormigón, los cuales están unidos mediante una mezcla de mortero y se encuentran enmarcados por cadenas de desplante, castillos o columnas de construcción y vigas de cerramiento o remate, estructuras elaboradas con ciertos materiales de acero de refuerzo que se encofran y cuelan en el sitio de construcción.
Mampostería de ladrillo
Comprende la colocación de ladrillos en gran variedad de posiciones, entre las que se encuentran la longitudinal, transversal, acostada, de canto y vertical. Dichos componentes se unen con mortero, aunque también existe el sistema de mampostería machimbrada, donde la configuración de las piezas permite que se empalmen sin usar el conglomerado, resistiendo sin problema las cargas frontales y laterales.
Mampostería de decoración
Se refiere a un tipo de revestimiento a base de piedras previamente cortadas, pulidas y barnizadas, mismas que se colocan sobre distintas superficies con el propósito de embellecerlas y destacarlas. Al respecto, es importante mencionar que este tipo de mampostería solo cumple una función estética, por lo que no contribuye al soporte estructural de una construcción.
Ahora que ya conoces los tipos de mampostería en construcción más relevantes, ¡dale play al video que te compartimos enseguida para que aprendas a identificarlos con mayor facilidad!
Mampostería: ventajas y desventajas
La mampostería ha demostrado su eficiencia a través del tiempo gracias a las múltiples cualidades que ofrece; sin embargo, también presenta ciertas limitaciones. En este sentido, ahora te compartimos sus ventajas más importantes, pero también algunas desventajas para que puedas considerarlas en la realización de tus proyectos.
Ventajas
- Fortaleza y durabilidad: la mayoría de materiales de mampostería tienen una resistencia excepcional, permitiendo soportar cargas considerables sin sufrir deformaciones o fallos, lo que contribuye a que las construcciones donde se utilizan tengan una prolongada vida útil.
- Resistencia al fuego: este aspecto proporciona una excelente protección a las personas que habitan o se encuentran cerca de construcciones elaboradas con dicho sistema constructivo.
- Estabilidad térmica: los mampuestos contribuyen a regular la temperatura interior, manteniendo las edificaciones más frescas en verano y más cálidas en invierno.
- Reducción de sonido: proporciona un notable aislamiento acústico debido a lo robusto de sus estructuras, aspecto que ayuda a mantener la privacidad y tranquilidad dentro de diferentes tipos de edificación elaborados con este sistema.
- Mínimo mantenimiento: las construcciones de mampostería no se deforman, corroen ni pudren con facilidad; esto permite conservarlas sin realizar trabajos complejos.
- Versatilidad y estética: cuenta con una variedad de tipos que posibilitan diversos diseños, coloraciones y texturas, lo cual da lugar a numerosas estructuras con una apariencia atractiva.
- Sostenibilidad: esto se debe a que varios de los elementos con los que se realizan obras de mampostería son naturales, entre ellos distintas piedras y ladrillos. Sumado a ello, estos componentes tienen una vida útil considerable.
Desventajas
- Tiempo de construcción: considerando aspectos como el secado del mortero, el manejo de algunos materiales pesados, el tipo de estructura a construir y la maestría y profesionalismo de las personas a cargo, el periodo de edificación puede ser más o menos prolongado.
- Costo: el precio de los materiales usados puede ser alto, además de que los costos se incrementan si el periodo de construcción es prolongado y si la mano de obra es numerosa.
- Modificaciones complejas: hacer cambios en estructuras de mampostería ya establecidas puede ser complicado debido a la dificultad que presenta trabajar estructuras con tan notable fortaleza.
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Cierre
Como te habrás dado cuenta, la mampostería presenta cualidades que ofrecen soluciones tanto funcionales como estéticas para una amplia gama de proyectos tradicionales y modernos. Ahora que lo sabes, ¡pon manos a la obra y garantiza la resistencia y durabilidad de tus construcciones adquiriendo mortero, cemento, acero de refuerzo y otros materiales de calidad!
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